Horizontes con K
La acumulación de carbonato edáfico en un suelo se indica por el sufijo "k". Se puede presentar en los tres horizontes principales: Ak, Bk o Ck. Ck es la situación más frecuente pero también en las partes más bajas de los horizontes B son normales las acumulaciones. En otras terminologías se emplea el sufijo "Ca" en lugar de "k".
Horizontes con Km
La acumulación de carbonato cálcico fuertemente comentado, consolidado, endurecido, por ejemplo Ckm señala un horizonte petrocálcico, en un horizonte C.
La clasificación americana define dos tipos de horizontes de diagnóstico con acumulaciones de carbonato cálcico.
Horizonte cálcico. Está enriquecido en carbonatos secundarios en un espesor de 15 cms o más, tiene un contenido de carbonato cálcico equivalente del 15% o más y al menos es un 5% mayor que el del horizonte más profundo. Este último requerimiento se expresa en volumen si el horizonte cálcico se presenta como revestimientos en los cantos, o como concreciones, o formando acumulaciones pulverulentas blandas. Si un horizonte cálcio descansa sobre materiales muy calcáreos (40% o más de CaCO3 equivalente) el procentaje de carbonatos no necesita decrecer con la profundidad.
Horizonte petrocálcico. Un horizonte petrocálcico es un horizonte cálcico endurecido o cementado por carbonato cálcico. Accesoriamente puede contener algo de sílice. El horizonte petrocálcico está continuamente cementado hasta tal extremo que los fragmentos secos no se sueltan al sumergirlos en agua y las raíces no pueden entrar en él. Es masivo o laminar, extremadamente duro en seco, de manera que una azada no puede penetrar y muy firme o extremadamente firme en húmedo. Los poros no capilares están llenos; la conductividad hidraúlica es moderadamente débil a muy débil. Es usualmente mayor de 10 cms. Normalmente se presenta una pequeña capa superficial con estructura laminar aunque no constituye un requerimiento; los carbonatos constituyen la mitad o más en peso del horizonte laminar.
Evolución de los horizontes cálcicos
La formación de un horizonte cálcico en suelos ha sido estudiada por Gile y colaboradores (1966) que han definido cuatro fases durante su formación y han diferenciado dos situaciones distintas dependientes de que los suelos contuvieran originalmente carbonatos o no.
Evolución de los horizontes cálcicos no gravosos
Gile et al. (1966) definen cuatro etapas.
Etapa 1. Las acumulaciones de carbonatos se presentan en un horizonte bajo la forma de depósitos filamentosos o revestimientos delgados de carbonatos en los agregados.
Etapa 2. Consiste en la acumulación de pocos y comunes nódulos de carbonatos con contextura K; Pueden ser blandos o endurecidos.
Etapa 3. Se caracteriza por la existencia de numerosos nódulos de carbonatos, comúnmente cementados o endurecidos con difusa impregnación y cementación internodular. Los poros de los nódulos están obturados por carbonatos al final de la etapa 3, la matriz internodular también queda impregnada y tapada por carbonatos; el horizonte tiene entonces una contextura K contínua y está cementado.
Etapa 4. Se alcanza por deposición de una o más láminas de carbonato casi puro en la parte superior del horizonte.
Evolución de los horizontes cálcicos gravosos
La etapa 1 de la acumulación de carbonatos en materiales gravosos consiste en un horizonte en el que la base de los cantos presentan revestimientos delgados, discontínuos de carbonato autigénico (de origen edáfico).
En la etapa 2, los cantos están recubiertos contínuamente con carbonatos y algunos intersticios entre los cantos están llenos de carbonato; el horizonte tiene una contextura discontínua y puede estar cementado discontínuamente.
La etapa 3 se completa cuando todos los poros, excepto los más finos, están obturados por carbonato antigénico y el horizonte está comúnmente cementado.
La etapa 4 consiste en la formación de una o más láminas delgadas de carbonato en superficie.